El día de hoy recorrimos la Avenida 20 de noviembre en compañía del Secretario General del Comité Directivo Estatal del PAN, Hermann Ortega Castro y pudimos palpar el clima político en los xalapeños para “pintar de azul” la capital; además se percibe un ambiente de cambio ante el hartazgo que se tiene sobre el fidelato, como nuestra campaña electoral, tal y como la define Maquiavelo en su libro “el arte de la guerra” es a campo abierto, no tenemos redes de protección, ni mucho menos de clientelismo, que como le llamó Antanas Mockus es “una enfermedad política”, por eso nos dimos a la tarea de regresar a la política y a escuchar la catarsis de la ciudadanía y por supuesto sus reclamos.
Quiero comentarles mi impresión sobre la visita que realizamos a la “Quinta Las Rosas”, que es un especie de club para la tercera edad, en donde el respeto y la dignidad para los adultos mayores tendrá que convertirse en Veracruz en una política de Estado, ello para evitar los vaivenes sexenales, y que puedan tener calidad de vida, siendo unas personas que estén totalmente integradas a la sociedad, pero además fue tan gratificante el ir a escuchar a la experiencia, particularmente al ver esas arrugas en los rostros de las mujeres y hombres y sobre todo su mirada de un cierto optimismo que al ver a un candidato joven (porque quien sabe a cuántos habrán visto en toda su vida) y decirme “esta usted con el pueblo no nada más en la oficina” y un “ojalá cambie un poco esta situación que vivimos”, al retirarme una de ellas me dijo, “yo desde el año 2006, le envíe una carta al gobernador Herrera, y nunca me respondió”. Así les iré contando todos los relatos de esta campaña.
Quiero comentarles mi impresión sobre la visita que realizamos a la “Quinta Las Rosas”, que es un especie de club para la tercera edad, en donde el respeto y la dignidad para los adultos mayores tendrá que convertirse en Veracruz en una política de Estado, ello para evitar los vaivenes sexenales, y que puedan tener calidad de vida, siendo unas personas que estén totalmente integradas a la sociedad, pero además fue tan gratificante el ir a escuchar a la experiencia, particularmente al ver esas arrugas en los rostros de las mujeres y hombres y sobre todo su mirada de un cierto optimismo que al ver a un candidato joven (porque quien sabe a cuántos habrán visto en toda su vida) y decirme “esta usted con el pueblo no nada más en la oficina” y un “ojalá cambie un poco esta situación que vivimos”, al retirarme una de ellas me dijo, “yo desde el año 2006, le envíe una carta al gobernador Herrera, y nunca me respondió”. Así les iré contando todos los relatos de esta campaña.
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